Cuando tenía alrededor de los 4 años, Manuel Espinoza declaró haber nacido para bailar. Desde bebé, estando en su coche, aprovechaba cualquier ritmo para expresar sus ganas de danzar. Hoy a sus 13 años ha obtenido una beca de Bailarines del Mañana que lo llevará a un intensivo de verano en la escuela Ballet West Academy en Estados Unidos, una experiencia única y un importantísimo paso para este joven bailarín y su proyección en la danza.
En enero de 2024, seis bailarines de la Escuela de Danza Pucón fueron elegidos para participar de la prestigiosa escuela de verano del Teatro Municipal de Santiago, entre ellos se encontraba Manuel Espinoza. Durante este viaje es cuando tuvo la oportunidad de participar en la audición de la fundación Bailarines del Mañana del destacado bailarín clásico Sebastián Vinet que busca entregar becas para la participación en cursos de verano de las más importantes escuelas de ballet de Estados Unidos y el Mundo.
El 14 de enero Manuel junto a sus compañeros puconinos se presentaron en esta audición en el Centro de Danza Espiral, reconocida escuela fundada por Joan Jara y Patricio Bunster. El joven bailarín presentó una coreografía que había preparado con antelación y que recibió de Morvan Teixeira, docente de la Escuela de Danza Pucón. María Fernanda Carrasco, madre de Manuel, nos cuenta que no tuvieron que esperar demasiado tiempo para conocer los resultados: “Habrán sido un par de semanas después, recibimos la noticia de parte de Sebastián Vinet que Manuel se había adjudicado una de las becas que él estaba entregando”. Un intensivo de verano en la Ballet West Academy de Salt Lake City es el que el joven practicante de ballet podrá realizar gracias al talento que demostró durante su viaje a Santiago.
Para Manuel Espinoza esto es una demostración que se pueden obtener las metas a través del esfuerzo y la pasión: “Yo siento, al haber obtenido esta beca, además de mucha felicidad y mucho más amor a la danza. Siento que todos los objetivos se pueden lograr y con perseverancia uno siempre va a poder llegar a lograr lo que uno desea y quiere. Como ya acá me gané esta beca, yo tuve que perseverar mucho. Entrenar todos los días, tuve que aprenderme coreografìas y tuve que perseverar y en eso uno se da cuenta que si uno persevera y quiere, uno lo puede lograr y yo lo logré”.
Este logro fue una sorpresa para toda su familia que orgullosos ven el constante progreso del pequeño como nos relata su madre: “Manuel es realmente un niño que va viviendo su proceso con tranquilidad. Se prepara muy bien, pero también estaba muy tranquilo en el sentido de que había ido a audicionar también por vivir una experiencia. Así que fue una completa sorpresa el hecho que se hubiese adjudicado una beca. Para él fue muy sorpresivo y una muy poderosa energía que le da porque es un sustento a todo el trabajo duro que hace”.
El trabajo que realiza Manuel Espinoza es intenso al igual que el de todos sus compañeros en la Escuela de Danza Pucón. Los ensayos son de lunes a viernes con alrededor de 5 horas por día y también sumando muchos fines de semana, lo que demuestra el amor por el ballet que el mismo bailarín declara sentir: “Para mi la danza, además de todo, significa un sueño porque yo desde más pequeño siempre quise ser bailarín de ballet. Yo siempre quise proyectar mi futuro en la danza, entonces para mí es mi profesión, mi carrera, lo que yo amo y lo que proyecto para mi vida”.
Los padres de Manuel están completamente comprometidos con el deseo de su hijo de recorrer el camino de la danza e impulsarlo. Cesar Espinoza y María Fernanda Carrasco vienen del mundo de la actuación y la música. Son fundadores de la compañía Teatro de Ocasión con la que han recorrido al menos 14 países por lo que la vida del artista es algo cercano para ellos. El joven bailarín los ha acompañado en todos estos viajes que han debido realizar debido a su ocupación por lo que para María Fernanda se transforma hoy en una vuelta de mano estar con él en esta experiencia que vivirá su hijo en el extranjero: “Como él nos ha acompañado en sus 13 años de vida, ahora él está en el momento en que necesita que nosotros estemos para él y para eso yo también viajo con él estas cinco semanas que dura su intensivo. No lo voy a dejar solo. Es su primera experiencia en una escuela internacional. (…) Hemos organizado el año supeditado también a la agenda de Manuel”.
Es algo complejo poder desarrollar la vida profesional que llevan como padres y a su vez poder apoyar de la mejor forma el camino que ha elegido su hijo: “Armar el crucigrama de la vida en el fondo. Nuestra familia se dedica plenamente a esto”. Es la única opción ante la enorme determinación de Manuel Espinoza: ”Yo pienso ser bailarín de ballet. Me pienso proyectar para ese lado. Voy a ser profesional en la danza, voy a ser bailarìn y ese va a ser mi futuro, esa va a ser mi carrera”.
Para su familia, el rol que deben asumir es el de guiarlo en lo humano, los valores y principios para que sea feliz y también en enseñarle que hay muchos caminos para vivir su pasión como nos relata su madre: “Lo vemos muy decidido a seguir este camino. No es una cosa de hobby para él. Realmente se proyecta en esto y por eso también somos un soporte para él porque vemos que realmente es feliz, que para nosotros realmente es lo fundamental”.
Cuando Manuel se mudó a Pucón junto a su familia encontraron en la Escuela de Danza Pucón dirigida por Rebeca Lopes una opción para seguir su pasión que de otra forma, según nos confiesa María Fernanda Carrasco, hubiera sido imposible: “Sin la Escuela de Danza Pucón nada de esto estaría pasando. Realmente el talento, el trabajo y el esfuerzo de Manuel no hubiesen tenido un espacio donde desarrollarse, donde crecer. Entonces el proyecto que tiene Rebeca Lopes, es un proyecto fuera de serie. Ella es una mujer con la fuerza suficiente para llevarlo adelante, a pesar de todos los inconvenientes muchas veces de la incomprensión del país donde estamos”. Destaca la importancia de que la comunidad apoye y se vincule con esta escuela que hace la diferencia en todos los jóvenes que son parte de la misma: “La escuela de danza es fundamental, el maestro Eduardo Muñoz siempre lo dice: Estar en una escuela no es lo mismo que tener un taller, no es lo mismo que tener un solo profesor, es vivir una experiencia”.
El mismo Manuel tiene muy claro la importancia que la Escuela de Danza de Pucón ha tenido en su formación: “Mi participación en la Escuela de Danza Pucón ha estado muy bien. Yo cuando más pequeño iba en la escuela de ballet del Teatro Municipal de Santiago porque a mi desde muy pequeño me ha gustado la danza y el ballet en especial. Después dejé de ir y después nos vinimos a vivir al sur y cuando entré a la Escuela de Danza Pucón se me abrieron todas las puertas, se me abrió mi futuro como bailarín, una carrera maravillosa. Dura, pero maravillosa. Claro, sin haber llegado a esta escuela yo no me hubiera ganado ninguna beca ni hubiera tenido la posibilidad de ir este año a la escuela de verano del municipal de Santiago, que por cierto también fui este año. Ha estado maravillosa esta escuela, esta escuela es muy buena y sin haber estado acá, esto nunca hubiera llegado a pasar”.
Hoy el joven Manuel Espinoza de cortos 13 años tiene una oportunidad única en la prestigiosa Ballet West Academy en Estados Unidos que marca una prometedora carrera en el mundo de la danza, su gran pasión y la que está empeñado en convertir en su profesión. Con el apoyo que hoy recibe de toda su familia, además de su trabajo constante y enorme convicción está en un muy buen camino para lograr todas sus metas.