En la actualidad nuestro País está sumido en una profunda guerra de egos políticos y personales, impidiendo trabajar en equipo para el bien común de los Chilenos.
Existen muchos políticos que trabajan por vocación, pero a otros …les falta definitivamente ese sentimiento de amor por el prójimo, esa sensibilidad para poder ponerse en los zapatos de la gente que con esfuerzo se mantiene aún en pie, pese a la situación país que vivimos.
Las personas comunes como nosotros, queremos dejar de depender de las peleas de gallo de los señores parlamentarios, necesitamos se reactiven los proyectos de Ley que duermen hace años en el Congreso a la espera que logren ponerse de acuerdo, dejando sus egos de lado.
Todos hablan de las prioridades del pueblo, pero no son capaces de sentarse a conversar y escuchar a gente trabajadora con experiencia, a quienes piden audiencia para exponerles los casos y que tienen posibles soluciones , a aquellos que más saben de los problemas que requieren solución…..me refiero a nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes, los que no habitamos en el Congreso, pero que día a día tenemos una visión más terrenal de lo que pasa con nuestro entorno.
Lamentablemente lo empírico en Chile no es valorado, esos hombres, mujeres y niños que han tenido que salir adelante mil veces!!! y no me refiero sólo a personas con escasos recursos, también a todos aquellos de clase media que hemos vivido experiencias adversas… aquellos que encontramos la fuerza en nosotros mismos…ya que no podemos seguir esperando que los egos queden fuera del Congreso…porque hay familia que no puede esperar.
La sinceridad a la hora de jurar cumplir un cargo de elección popular implica humildad, responsabilidad, dejar el ego en la casa y entrar a legislar con una mente abierta, con un criterio que sea capaz de darse cuenta que la idea del opositor viene a dar una solución a la mayoría de los Chilenos.
No es fácil dejar a todos felices y satisfechos, eso se entiende, pero los ciudadanos merecemos una política con altura de miras …los Chilenos no nos conformamos con peleas de plaza, con pataletas de niños y menos con personas que tienen en sus manos la oportunidad de estudiar las posibles soluciones a nuestras necesidades como País… y que hoy vemos lamentablemente que sus prioridades se reducen a batallar por figurar o por ganarle al colega, dejando de lado la vocación que alguna vez los impulsó a optar por un cargo público.
Chile es un País que quiere innovación, trabajos concretos que se traduzcan en acción… tomando en cuenta la opinión, según la experiencia de vida, profesionalismo, capacitación, liderazgo y que finalmente los proyectos que están durmiendo en el Congreso y representan solución a múltiples necesidades públicas tomen vida y las palabras no se las lleve ….el viento.