La Corporación Nacional Forestal (CONAF) reveló que el 99,7 % de los incendios forestales que surgen cada año en Chile son producto de la acción humana, teniendo como principales causas las fogatas y colillas de cigarros mal apagadas junto con la quema ilegal de basura o pastizales. Además, un porcentaje no menor correspondería a prácticas intencionadas de carácter delictivo. Las condiciones en cuanto a temperatura, presión, precipitación, humedad, viento y nubosidad resultan fundamentales a la hora de analizar el origen de los siniestros, ya que el calor intenso sumado a la escasez o completa ausencia de lluvias por un periodo prolongado aumentan considerablemente las probabilidades de que se forme un incendio forestal.
Según CONAF “la superficie afectada en cada período de incendios forestales promedia las 52.000 hectáreas quemadas, pero con valores extremos que han ido desde 10.000 y 101.000 hectáreas. El mayor daño corresponde a praderas y matorrales. En menor escala arbolado natural y plantaciones forestales, principalmente de pino insigne”. Es por esto que resulta fundamental generar consciencia en la población para evitar que se siga ocasionando un daño que muchas veces es irreparable.
Existen dos organismos en Chile que se hacen cargo de combatir los incendios forestales; el Estado y el sector privado, este último mediante el actuar de empresas como CELCO, Forestal Mininco, MASISA y Bosques Cautín. La acción del Estado, por su parte, se centra en CONAF que, en su calidad de servicio forestal nacional y entre sus variadas acciones, gestiona un Programa de Manejo del Fuego para la protección contra incendios forestales en el resto del país, tanto para resguardar al Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), como para contribuir a la protección de terrenos rurales privados de medianos y pequeños propietarios y para proteger la integridad de las personas y sus bienes en áreas de interfaz urbano forestal, es decir en terrenos donde las viviendas tienen un entorno cubierto con vegetación combustible.
Se suma a estas acciones la participación de los Cuerpos de Bomberos, especialmente de aquellas comunas con centros poblados y viviendas junto o próximas a vegetación en condiciones de iniciar y propagar un incendio forestal.