A lo largo de la historia las mujeres hemos sido llevadas siempre por los caminos más difíciles rodeadas por los peligros del abuso, de los golpes, de la violación, de la sumisión y del linchamiento de una sociedad. Los casos que hoy nos congojan a muchas, son preocupantes. En una sociedad llena de tibios que observan a su alrededor diversos tipos de violencia hacía las mujeres; sin ser capaces de inmutarse.
Así pues, frente a la denuncia de violación que existe contra el ex subsecretario del interior, leí y escuché cosas que me erizaron los pelos, entendiendo que vivo en el mismo mundo de todas esas personas. “por qué se juntó con él, no era una niña, me huele a montaje”. Y pensé, que miedo por nosotras.
Por otro lado, como si esto fuera poco. Observamos como salen electos candidatos acusados de abuso sexual -con amplia ventaja-. Y me pregunto ¿En serio somos las únicas criaturas que pensamos y razonamos en este mundo? ¿Qué piensan las personas que votan por estos matones?
Debemos fortalecer y hacer consciente a la ciudadanía sobre la prevención de la violencia hacia nosotras. Aunque existen muchos avances en relación a nuestros derechos, no es suficiente. Sin embargo, esto refleja las desigualdades profundas que existe en torno a las mujeres, siendo la violencia y discriminación uno de los problemas más graves, resulta lamentable entonces que sigan esta clase de hombres llegando a cargos públicos, sin ser sancionados judicialmente y además socialmente.
Mientras nos seguimos enfrentando diariamente a las discriminación de ganar menos, de maternar en un mundo que no te la hace fácil, al contrario. El acceso a la justicia, el acceso al aborto, el acceso a trabajos que flexibilicen la crianza, el explotamiento del trabajo doméstico. En ese sentido resulta urgente salir a educar a la ciudadanía.
Prevenir que las mujeres sigamos siendo víctimas de violencia es el camino, responder de manera oportuna, es fundamental, seguir trabajando en la implementación de programas que sensibilicen sobre la violencia de género. Modificar una cultura misógina debe ser el reto y no seguir alimentando una sociedad machista, opresora y desigual como la nuestra.